Las oposiciones estatales en 2020 se han visto afectadas por la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 ha perjudicado a todos los sectores, pero en especial al sector de la formación. Esto se ha debido a que ya estaban establecidas las fechas de las convocatorias y se han tenido que posponer para evitar aglomeraciones de gente. Esta medida se observa en la resolución que publicó el Ministerio de Política Territorial y Función Pública:
«El órgano convocante de cada proceso selectivo en curso deberá posponer, por el tiempo imprescindible, la celebración de pruebas selectivas, especialmente aquellas de concurrencia masiva, garantizándose en todo caso la continuidad de los procesos, excepto aquellos relacionados con las medidas adoptadas para la contención del COVID-19».
También debido a este factor, se han incrementado las plazas para oposiciones estatales en 2020. En las oposiciones para Policía Nacional se han convocado 2.491 plazas. Para ingresar en la Guardia Civil, 2.154. El año pasado, en 2019, se convocaron 2.606 plazas para Policía Nacional y 2.275 para Guardia Civil.
La diferencias de plazas entre el año pasado y este, son visibles, de tal modo que:
Oposición | Plazas año 2019 | Plazas año 2020 |
Correos | 4.055 | 3.421 |
Policía Nacional | 2.419 | 2.606 |
Guardia Civil | 2.154 | 2.275 |
Con respecto a 2019, las plazas convocadas para las oposiciones estatales en 2020 han disminuido en un 24,67%, pero la cantidad de plazas y oposiciones existentes siguen siendo muy variadas e incontables.
Este año, 92.684 opositores se han visto afectados por la crisis del COVID-19. Los alumnos necesitan seguir sin demoras con su formación para poder optar a las plazas con un mínimo de seguridad. Debido a esto y que la actividad de los centros de formación para oposiciones ha incrementado en esta época de pandemia, es una gran oportunidad para que aquellas academias que imparten formación presencial expandan sus “fronteras” y afronten una transformación de su modelo de negocio.
Aunque sea una incertidumbre para los opositores y alumnos de academias, ha sido toda una oportunidad para estas empresas. Esto les ha proporcionado un incremento tanto en su actividad como en el ingreso de alumnos para poder seguir con su formación online. Las preguntas que nos hacemos ahora son:
- ¿Estaban preparadas las empresas para ofrecer sus servicios al completo en este escenario al decretarse el estado de alarma?
- ¿Están preparadas ahora con las nuevas medidas de distanciamiento social?
La incógnita ahora es saber si el parón de tres meses en la economía y en las vidas de todos ha servido para plantearse y resolver todo el montón de dudas de cómo va a ser cada aspecto de cada negocio en la nueva normalidad.
La transformación digital de la formación requiere de una inversión en estructuras online que proporcionarán que se incremente el número de alumnos. Esto seguramente se traduzca en una mejora del flujo económico, que pasaría en un caso muy extremo de cero (en el momento de la declaración del estado de alarma) a la vuelta a los flujos de tesorería normales si se ha logrado mantener a los clientes y la actividad.
Por eso es imperativo que no sólo lleguemos a los opositores de nuestras ciudades o comunidades, sino a un nivel nacional. Además de atraer usuarios que no son de la ciudad en la que se encuentra el centro físico, es una buena forma de ayudar a aquellos que sí que son de la misma ciudad y, que por motivos laborales u otros, no pueden acudir al centro de manera presencial.
Otra oportunidad en estos momentos es la de abrir puertas a la formación de otras oposiciones. Si una academia solamente imparte clases para las oposiciones de Guardia Civil y Policía Nacional, podría empezar a dar formación para Administrativo del Estado (por ejemplo), o cualquier otra oposición estatal. La inversión para que la plataforma acoja los nuevos temas y los nuevos alumnos es mínima en comparación con el aumento en los ingresos que podría proporcionar.
Por último, y no menos importante, recordemos algunas de las ventajas que supone la formación onlline:
- Es una formación más adaptada a los horarios y la vida diaria de los alumnos (en el caso de la formación asíncrona).
- La deslocalización geográfica ayuda a que alumnos que no viven en el mismo lugar de nuestra empresa puedan estudiar desde casa y elegirnos como formadores a pesar de la distancia.
- Los recursos online están disponibles en cualquier momento y desde cualquier dispositivo.
- El número de alumnos no está limitado por la capacidad de las aulas.